jueves, 8 de noviembre de 2012

Costa Rica está rezagada en la atención a pacientes con esquizofrenia


La esquizofrenia es la causa de hospitalización más común en el Hospital Nacional Psiquiátrico, y sin embargo, aún hay rezagos en la atención médica a los pacientes con este trastorno mental.
Así concluye un análisis realizado a 50 países en desarrollo, el cual fue publicado en el Boletín de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sobre Costa Rica, el informe señala que hay una brecha de un 63% entre el tratamiento que se da hoy en el país a las personas con esta patología y la terapia considerada como idónea por los especialistas.
El reporte de OMS indica que aquí hay 427 esquizofrénicos por cada 100.000 habitantes, pero que solo 157 de ellos reciben tratamiento.
Sin embargo, esto último parece exagerado para especialistas nacionales en salud mental, pues en el país no hay ni siquiera estudios epidemiológicos que muestren en realidad cuántos costarricenses tienen este trastorno.
¿Cómo van a decir cuántas personas reciben tratamiento para la esquizofrenia en este país y cuántos no si no sabemos ni siquiera cuántas personas exactamente tienen esta enfermedad?”, comentó Álvaro Hernández, jefe de Servicios y Rehabilitación del Hospital Nacional Psiquiátrico.

Los especialistas estiman que en el país hay unos 5.000 esquizofrénicos. Esta cifra se desprende del cálculo que se hace a partir del porcentaje de la población mundial que padece esta enfermedad que es entre 1% y 1,5%.
Henriette Raventós, investigadora en el campo de genética de las enfermedades mentales en la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica, opina muy similar a Hernández. “Otros estudios han hablado de brechas de atención en Costa Rica, pero son mucho menores a las de este reporte”, apuntó.
Rezago: problema social. Los especialistas consultados señalan que el principal problema radica en la atención que la sociedad les da a las personas con esquizofrenia.
La sociedad misma pone muchas trabas que van en detrimento de su atención. La reinserción laboral de estas personas ha sido casi imposible”, dijo Hernández.
Tuvimos que crear una cooperativa y enseñarles a hacer artesanías para que vendan; tenemos el proyecto de una huerta y un vivero hidropónico para que puedan ganar algún dinero. Intentamos convenios con varias instituciones, pero realmente no se les dio un buen espacio laboral a nuestros pacientes; muchos se presentaban a trabajar y los tenían haciendo cualquier cosa y casi sin paga”, añadió.
Para Maritza Meza, presidenta de la Fundación Costarricense para Personas con Esquizofrenia (Fucopez), la sociedad aún estigmatiza la enfermedad. “Todavía se les sigue viendo como los ‘loquitos’, tontitos’ o personas brillantes con una forma diferente de ser. No son ni una, ni otra. Tenemos que ver esto como una enfermedad, que si se compensa con medicamento, tratamiento psicológico y terapia se puede llevar una vida más normal”, indicó Meza.
En busca de mejoras. El año pasado, la OMS ya había advertido en su Atlas mundial de salud mental que el Gobierno tico gastaba 800 anuales en la salud mental de cada costarricense.
No obstante, hay grupos que buscan dar cambios en la forma de atención. Raventós y otras personas que investigan la salud mental ya trabajan en ello. “Tenemos que romper barreras. En ningún país del mundo hay suficientes psiquiatras para atender a toda la población que lo necesita. Es necesario capacitar a médicos generales y psicólogos para que puedan atender esta patología. Se requieren medicamentos, pero también terapia psicoeducativa, grupos de apoyo, recreación”, señaló Raventós.
Hernández piensa igual:
Ya hemos ido cambiando el modelo de atención para que menos personas deban permanecer internadas en el hospital y tenemos una red de atención que hace visitas domiciliarias a los pacientes al menos una vez al año. Lo que falta es que más comunidades se dediquen a apoyar a las personas con esta enfermedad y a sus familias”.

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