Los
medicamentos actuales han mejorado enormemente el pronóstico para muchos
pacientes con esquizofrenia. Sin embargo, estas terapias no tratan todos los
síntomas de esta enfermedad. Muchos pacientes permanecen agobiados por
dificultades en el procesamiento de la información, el aprendizaje, la atención
y otros déficits cognitivos que entorpecen su habilidad para resolver problemas
cotidianos y llevar una vida productiva.
Sin embargo, con un
financiamiento continuo para la investigación por parte de los NIH esto puede
cambiar radicalmente. Estudios recientes identificaron componentes del cerebro
que parecen sustentar los síntomas cognitivos de la esquizofrenia. Estrategias
basadas en estos descubrimientos pueden mejorar la cognición de pacientes con
esquizofrenia. Con investigaciones futuras estas técnicas pueden aumentar
enormemente la capacidad de los pacientes para conseguir un trabajo, mantener
relaciones sociales normales y vivir independientemente.
Afortunadamente, la
investigación ha permitido el desarrollo de nuevas terapias que pueden ayudar a
sobrellevar la esquizofrenia y mejorar la vida de las personas que la padecen.
En la década de 1950 los científicos desarrollaron el primer medicamento contra
la esquizofrenia, la clorpromazina. Desde entonces los científicos determinaron
que este medicamento parecía rebalancear un sistema del cerebo que funcionaba
mediante el neurotransmisor dopamina y han desarrollado muchos medicamentos
similares dirigidos hacia la regulación de este y otros neurotransmisores del
cerebro para tratar la esquizofrenia. Gracias a la investigación financiada por
los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), se ha podido desarrollar una serie
de nuevos medicamentos que estuvieron disponibles desde el principio. Uno de
los medicamentos más usados es la clozapina, la cual es más efectiva que sus
predecesores y ha ayudado a aproximarse al 30% de los pacientes que no tenían
ninguna mejoría con los medicamentos convencionales.
Otros nuevos tratamientos tales
como la risperidona, la quetiapina, la olanzapina, y el aripiprazol producen
menores efectos neurológicos secundarios aunque presentan otros efectos nuevos
como el aumento de peso.
Hasta ahora la investigación ha permitido:
- El desarrollo de medicamentos que tratan los síntomas psicóticos de la esquizofrenia, tales como la clozapina, risperidona, quetiapina, olanzapina y aripiprazol.
- Descubrimientos sobre la biología de la enfermedad que han permitido la elaboración de nuevos tratamientos.
- Técnicas promisorias para el tratamiento de los síntomas cognitivos de la esquizofrenia.
Resumiendo, la investigación es una de las facetas
más importantes que brindan una esperanza para el futuro en cuanto a producir
avances para el tratamiento de esta enfermedad.
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