miércoles, 7 de noviembre de 2012

Manifestación de la esquizofrenia.

   Cuando una enfermedad se localiza en el sistema nervioso central puede manifestarse con cambios de comportamiento, que pueden parecer poco habituales, pero que no son más que el resultado de una alteración en la zona cerebral que controla el comportamiento y el pensamiento coherentes.
Esta enfermedad incluye, pues, síntomas que traducirán la existencia de una alteración en los pensamientos, el afecto, las percepciones y la conducta de la persona.
Existe una gran variedad de manifestaciones clínicas, lo que en ocasiones puede hacernos pensar que diagnosticamos con el mismo nombre a pacientes que se parecen poco entre sí. Hasta el momento, existen diferentes subtipos de esquizofrenia descritos, según que predominen unos síntomas y signos más que otros, y según cómo se manifiesten en cada caso (paranoide, hebefrénica, simple, catatónica, etc.).

Los síntomas se clasifican en dos apartados: síntomas positivos y síntomas negativos.

1. Síntomas positivos: se conocen así las percepciones, ideas y comportamientos patológicos que presenta el enfermo, pero que no aparecen en la población general. No hay que atribuirlo a que «el enfermo se inventa cosas», porque realmente él cree que está viviendo en esa nueva y propia realidad percibida. En este momento no tiene conciencia de la enfermedad y no es recomendable contraponer de forma drástica sus ideas frente a las de los familiares. Entre estos síntomas, destacan los que se exponen a continuación. Otros síntomas que presentan estos enfermos y que no están incluidos en estas clasificaciones son: creer que la gente puede saber lo que piensan, que pueden imponerles determinados pensamientos, o robarles ideas propias, etc.
  • Ideas delirantes: son aquellas creencias personales que tiene el paciente, quien cree, con total convencimiento de la realidad, que están sucediendo, cuando no es así. Según la temática de lo que explique podemos tener diferentes ejemplos de ideación delirante: creer que lo persiguen, que es una persona escogida por Dios, que todo el mundo lo observa...
  • Alucinaciones: son aquellas percepciones sensoriales que el enfermo tiene sin que exista un estímulo. Las más frecuentes son las alucinaciones auditivas (oír voces cuando nadie está hablando), aunque también pueden ser visuales, gustativas...
  • Desorganización del pensamiento: consiste en la incapacidad de organizar un pensamiento coherente, de manera que en muchas ocasiones el lenguaje resultará inconexo y carente de sentido.
  • Alteraciones de la conducta: pueden aparecer conductas extravagantes y erráticas, sin ninguna finalidad clara.
2. Síntomas negativos: se llaman así porque las conductas habituales de la población general no afectada faltan o están disminuidas en el enfermo. A veces pueden ser más difíciles de detectar puesto que, en un primer momento, no llaman tanto la atención.
De entre todos los síntomas, los observados con más frecuencia en pacientes esquizofrénicos son: falta de conciencia de la enfermedad, afectividad aplanada, retraimiento social, ideas delirantes, pérdida de intereses y del cuidado del aspecto personal, alucinaciones auditivas y apatía. La falta de conciencia de enfermedad es uno de los que más dificultan el tratamiento y complican el pronóstico.
Otros síntomas son:
  • Apatoabulia: pérdida de la iniciativa para desarrollar propósitos y finalizarlos.
  • Anhedonia: pérdida de la capacidad de disfrutar con las cosas que habitualmente le gustaba hacer.
  • Aislamiento social: disminución del interés por las relaciones sociales, con tendencia a las actividades solitarias.
  • Afectividad aplanada: reducción de la intensidad de la expresión y de la respuesta emocional. Se manifiesta por expresión facial inmutable, disminución de los movimientos espontáneos, pobreza en la gesticulación, poco contacto visual, disminución del tono de la voz y de la cantidad de palabras cuando habla.
  • Otros: lentitud o bloqueo en la conversación.

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